viernes, 19 de febrero de 2010

EN MARCA

Un campo de fútbol nuevo..., no me hizo demasiada gracia la propuesta, mucho menos la respuesta; el consistorio reunido en pleno la había aprobado, no sé por cuantos votos..., ni lo recuerdo ni me importa

Y empezaron a sonar cantidades, y aquellos números se me hicieron un problema enorme, tampoco los recuerdo, ¿cómo hacerlo?..., había muchos, y pocos eran ceros por delante. Con ese dinero, pensaba..., estuve haciendo cuentas...; daba de sí para hacer tantas cosas. No haré una lista exhaustiva de mis preferencias, ni siquiera propondré una vacía; son intereses particulares, seguramente la mayoría no estuviera de acuerdo. Pero me parecía un despilfarro; agravado por la crisis que por entonces comenzaba; una decisión indecente...

El otro día, creo que fue el lunes... día 15 para más señas, leía una noticia en el Marca que hablaba de la Oyonesa, el único equipo invicto de todas las ligas nacionales... Creo que algo comentaba acerca de unas palabras de su presidente, y de lo bien que lo estaba haciendo el equipo, de sus secretos que no eran tales, si no mucho trabajo y esfuerzo... Luego me he enterado de que hasta las cámaras de Telecinco, ¿o de Antena 3?, no lo sé... se habían fijado también.

¿Un campo de fútbol?, ¿un gasto absurdo?, ¿cuánto cuesta la publicidad? Quizás, tal vez, ¿quién sabe?, no lo sé... ¿Una idea descabellada? Nada parece lo que es... ¿Quién no haría alguna burrada que otra por tener un hueco en un periódico, o una televisión, de tirada nacional?

miércoles, 3 de febrero de 2010

QUINTOS

Mañana, cuatro de febrero, Santa Agueda llega; hoy debe de ser San Blas, cuando dicen que alguna cigüeña que otra has de ver, lo quieras o no. Este año creo que llegarán con retraso, no he visto ninguna; también puede ser que yo ande despistado... Pero este año, voy mirando hacia todos los lados; creo que aún no están aquí. He leído en un cartel anunciador la ronda a la Santa, a Santa Agueda; Agueda era una señora a la que por sanadora hicieron santa; por sanadora o por mártir, no lo recuerdo bien. Para mí, como para muchos otros, estas fechas significaban otra cosa mucho más importante... ¿dónde va a parar?..

Los petardos, casi bombas; y el bombo guerrero, arrastrado por el brazo armado del más bruto del grupo. Este fin de semana, la ronda la harán los mozos y las mozas, de casa en casa, paseando una virgen que ha ido pasando de mano en mano, año tras años, desde años inmemoriales; ¿alguien recuerda cómo, cuándo o dónde?. Generación tras generación hemos ido recaudando nuestro impuesto de puerta en puerta, en forma de dinero, o de viandas los más viejos, cantando ese sonsonete, casi tan famoso como el de los niños de San Ildefonso..., voz de cazallera en ristre: "¡para bara baraba baraba, los quiiiiiiiintos!".

Y los más mayores volveremos a protestar, este año seremos una quinta más del anterior escupiendo nuestras quejas contra tanta depravación; porque no nos saben respetar, por que no tienen en cuenta que hay quien tiene que madrugar. Y los más críos les miraran con deseo de estar en su lugar, como héroes de verdad; ¿cuándo tendré dieciocho años para ser mayor?; dieciocho años esperando mi ocasión. El pañuelo enorme rodeando su cuello les identificará, todos protagonistas de esta fiesta singular.

A los que les toque salir, tras casi un año de preparativos para que todo resulte fenomenal... será la semana más importante de las que hasta ahora vayan a vivir. "¡Para bara baraba baraba, los quiiiiiiiintos!. Los quintos, los que se iban a hacer hombres se despedían, se marchaban al servicio militar, voluntario y sin cobrar... Tantas protestas, posiblemente, con razón: ¿por qué seguiremos celebrando aquello que nos caía tan mal?.

Y se pasará, en un pis pas, como aquello también se pasó; cena viene, cena va; comida para no perder ni una oportunidad de disfrutar; dormir poco y mal, sueños despiertos, borrachos, la mejor situación para ligar. Pensamientos desordenados de alguien para quién esto ocurrió ya hace más de veinte años, entonces era así; ahora ellos sabrán.

Y a los más viejos, un poquito paciencia que esto en cuatro días se curará; y si no ya llamamos a Santa Agueda, o a San Blas, que también sabía de curas. Que ustedes también fueron quintos, y conociendo algunas de sus hazañas añejas, seguramente destrozaran como el que más.

Lo dicho, a lo hecho pecho; para la garganta unas rosquillitas de anís; y que todos, cada cual en su función, lo pasen requetebien.