miércoles, 3 de febrero de 2010

QUINTOS

Mañana, cuatro de febrero, Santa Agueda llega; hoy debe de ser San Blas, cuando dicen que alguna cigüeña que otra has de ver, lo quieras o no. Este año creo que llegarán con retraso, no he visto ninguna; también puede ser que yo ande despistado... Pero este año, voy mirando hacia todos los lados; creo que aún no están aquí. He leído en un cartel anunciador la ronda a la Santa, a Santa Agueda; Agueda era una señora a la que por sanadora hicieron santa; por sanadora o por mártir, no lo recuerdo bien. Para mí, como para muchos otros, estas fechas significaban otra cosa mucho más importante... ¿dónde va a parar?..

Los petardos, casi bombas; y el bombo guerrero, arrastrado por el brazo armado del más bruto del grupo. Este fin de semana, la ronda la harán los mozos y las mozas, de casa en casa, paseando una virgen que ha ido pasando de mano en mano, año tras años, desde años inmemoriales; ¿alguien recuerda cómo, cuándo o dónde?. Generación tras generación hemos ido recaudando nuestro impuesto de puerta en puerta, en forma de dinero, o de viandas los más viejos, cantando ese sonsonete, casi tan famoso como el de los niños de San Ildefonso..., voz de cazallera en ristre: "¡para bara baraba baraba, los quiiiiiiiintos!".

Y los más mayores volveremos a protestar, este año seremos una quinta más del anterior escupiendo nuestras quejas contra tanta depravación; porque no nos saben respetar, por que no tienen en cuenta que hay quien tiene que madrugar. Y los más críos les miraran con deseo de estar en su lugar, como héroes de verdad; ¿cuándo tendré dieciocho años para ser mayor?; dieciocho años esperando mi ocasión. El pañuelo enorme rodeando su cuello les identificará, todos protagonistas de esta fiesta singular.

A los que les toque salir, tras casi un año de preparativos para que todo resulte fenomenal... será la semana más importante de las que hasta ahora vayan a vivir. "¡Para bara baraba baraba, los quiiiiiiiintos!. Los quintos, los que se iban a hacer hombres se despedían, se marchaban al servicio militar, voluntario y sin cobrar... Tantas protestas, posiblemente, con razón: ¿por qué seguiremos celebrando aquello que nos caía tan mal?.

Y se pasará, en un pis pas, como aquello también se pasó; cena viene, cena va; comida para no perder ni una oportunidad de disfrutar; dormir poco y mal, sueños despiertos, borrachos, la mejor situación para ligar. Pensamientos desordenados de alguien para quién esto ocurrió ya hace más de veinte años, entonces era así; ahora ellos sabrán.

Y a los más viejos, un poquito paciencia que esto en cuatro días se curará; y si no ya llamamos a Santa Agueda, o a San Blas, que también sabía de curas. Que ustedes también fueron quintos, y conociendo algunas de sus hazañas añejas, seguramente destrozaran como el que más.

Lo dicho, a lo hecho pecho; para la garganta unas rosquillitas de anís; y que todos, cada cual en su función, lo pasen requetebien.

No hay comentarios: